07 enero 2009

Matar civiles es la mejor manera de conseguir una meta política

Sigue el “incidente” de Gaza, por llamarlo en términos suaves. Hay muchas cosas que se podría decir y otras tantas que ya se ha dicho. Ahora no quiero entrar a discutir sobre la moralidad o inmoralidad de cada una de las partes implicadas. Pero sí que tengo unas reflexiones que me gustaría compartir.

Lo que quiero hacer, como ya hice en mi lejana entrada sobre la pena de muerte, no es hablar desde la ética, sino desde el pragmatismo.

Concretamente, los objetivos buscados con las acciones de los israelíes y palestinos más intransigentes (hay moderados en ambos bandos, lo sé; esta entrada no habla de ellos, sino de los radicales que son los que, tristemente, acaban decidiendo).

Para los israelíes, el terrorismo que hay contra su Estado les autoriza a luchar con todos los medios a su alcance, incluyendo acciones militares a gran escala como la que estamos viendo estos días. En teoría, lo que se busca es la completa eliminación del terrorismo.

Para los palestinos, la injusticia de que haya un invasor en sus tierras ancestrales, y que no se permita la creación de un Estado palestino viable, les autoriza a utilizar cualquier subterfugio terrorista. En teoría, lo que se busca es conseguir expulsar a los israelíes de esa zona.

Ahora bien, o estos extremistas (de ambos bandos) son muy inteligentes o son muy estúpidos. Porque, evidentemente, están logrando lo contrario de lo que dicen buscar.

Los israelíes no pueden acabar con el terrorismo palestino a base de bombas. Esta intervención militar (como todas) está causando bajas civiles. Es posible que alguno de esos fallecidos no tuviera ningún vínculo con Hamás o con el terrorismo. Es posible que el familiar de alguno de esos fallecidos decida que su muerte es una injusticia y que el único modo de combatirlo es a través del terrorismo.

Por lo tanto, las acciones militares no reducen el terrorismo. Lo aumentan, porque aumentan el odio contra “el enemigo”.

Los palestinos no van a conseguir ningún apoyo externo a su causa si siguen usando el terrorismo como herramienta de presión. Al contrario, también puede haber israelíes moderados que hayan muerto como consecuencia de los atentados. Y puede que familiares de esos moderados se hayan radicalizado igualmente. Por no decir que el terrorismo no da precisamente mucho apoyo internacional hoy en día.

Por lo tanto, el terrorismo no es la mejor manera de conseguir un futuro Estado palestino viable. El terrorismo crea odio en Israel y desconfianza en la comunidad internacional.

Así que tanto los israelíes más radicales como los palestinos más intransigentes están consiguiendo todo lo contrario de lo que dicen buscar.

Como digo, o son unos completos idiotas, o saben muy bien lo que hacen.

Llamadme cínico y desconfiado, pero me temo que sea la segunda opción.

Miremos las cosas de este modo: ¿Qué pasaría si triunfara la vía del diálogo mutuo? ¿Estarían los radicales en el poder, tanto en la facción palestina como en la israelí?

No.

Los radicales solo pueden estar en el poder si existe un clima de desconfianza y miedo. Por lo tanto, los radicales necesitan la desconfianza y el miedo.

De modo que no es aventurado decir que podrían estar buscando eso a propósito.

Los radicales israelíes saben que sus acciones provocan más terrorismo. Y es por eso por lo que actúan así.

Los radicales palestinos saben que con el terrorismo no dejan otra opción a Israel más que usar la fuerza militar. Y es por eso por lo que actúan así.

Como en cualquier conflicto, los radicales de ambos bandos se necesitan mutuamente.

Aquí no hay buenos ni malos. Hay seres humanos y hay poder político. En ambos bandos.

¿Hasta cuándo seguirán ambas opiniones públicas dejándose manipular así?

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