SCT: La violencia contra las mujeres también es tortura

Hay muchos tipos de tortura. Los más conocidos son de tipo físico, pero no son los únicos. También existe la tortura psicológica. Y una de las peores torturas psicológicas que existen (que, además, muchas veces se convierte en tortura física), es la del maltrato a mujeres.

En estos momentos no tengo palabras para describir lo abominable que me parece que un antiguo compañero sentimental sea capaz de acosar a la mujer que amaba, perseguirla a todas horas, amenazarla, no dejarla vivir... Y ya no digo si ese tipo llega al extremo de ponerle la mano encima.

Pero hay algo que sí que puedo decir: Existen soluciones.

Un primer paso es éste: Llama al 016.

De verdad. Si quien lee esto es una persona maltratada, o alguien que conoce a una persona maltratada, llamad.

Tienen muchos más recursos de los que pensáis. Tienen psicólogas, abogadas, centros de acogida,... Te guían en cada momento, te ayudan con todos los trámites, te protegen. Te escuchan.

También recomiendo ver la magistral "Te doy mis ojos", interpretada por la increíble Laia Marull (quien, por cierto, fue compañera mía en clase de francés). Es una película que detalla estas situaciones con mucha profundidad.

Chicas, no les tengáis miedo. Ellos son más cobardes y débiles de lo que os parecen.

Recordad el número:

016

SCT: No a la extradición de Murat Gasayev

Es curiosa la sincronicidad del Universo. Justo cuando decido dedicar una semana a la lucha contra la tortura, recibo un mail de Amnistía Internacional solicitando firmas para proteger a Murat Gasayev, que se arriesga a que España lo extradite a Rusia (país en el que existe un riesgo de que le torturen).

Así que invito a mi inconmensurable cohorte de lectores/as a que firmen en esta página.

Muchas gracias.

SCT: Receta para un sistema penal perfecto

Dentro de la SCT, he estado pensando en quienes creen que la tortura sirve para algo. Al fin y al cabo, los policías que le dieron la paliza al niño de 13 años del que hablaba en mi anterior entrada, seguro que pensaban que hacían lo que tenían que hacer.

Así que le he dado vueltas al argumentario clásico de la mano dura en el orden penal. Y he decidido, por un día, ponerme en la piel de quien cree que todas las garantías que tenemos (por ejemplo, contra la misma tortura), nada más benefician a los delincuentes.

Ya puestos, he decidido pasarme de la raya y llegar a una reducción “ab absurdo” de estos argumentos.

Vamos allá:

“En el mundo en que vivimos cada vez hay más inseguridad ciudadana y más delitos. Y la Justicia no funciona. Los criminales salen a la calle sin problemas, tan campantes.

“Para empezar, las penas son demasiado blandas. La reinserción no funciona. Si matas a alguien, el Estado debería matarte a ti. Si cada vez que robaras algo te amputaran alguna extremidad, seguro que dejabas de robar.

“La policía, por otro lado, está demasiado coartada en sus movimientos. Hay muchas cosas que no pueden hacer a los criminales (como darles un par de tortas para que confiesen). Así no se puede luchar contra el crimen. Se debería dar carta blanca a los Agentes. Al fin y al cabo, trabajan con el único fin de protegernos. Y los únicos que deberían preocuparse de recibir un par de tortas de vez en cuando son los criminales, que además se lo merecen. Así que libertad absoluta para que los Agentes interroguen como quieran.

“Uno de los problemas que tenemos en este aspecto es el habeas corpus. ¿Cómo que no se puede tener detenida a una persona más que uno o dos días? ¡Así no hay manera de llevar una investigación decente! Los Agentes deberían poder mantener detenidos a los sospechosos mientras dure la investigación policial.

“Ya puestos, la presunción de inocencia es lo que más ayuda a los delincuentes. Los abogados saben sacarle punta a las leyes para conseguir que absuelvan a sus clientes basándose en meros tecnicismos. Si en vez de presunción de inocencia hubiera presunción de culpabilidad, habría más criminales en las cárceles y menos en las calles. Al fin y al cabo, si eres inocente no tienes nada que ocultar y, por lo tanto, puedes demostrar tu inocencia. Pero a veces es difícil que la policía demuestre sin género de dudas la culpabilidad. ¿Vamos a permitir que asesinos o violadores salgan a la calle por esto? ¡Que sean ellos los que demuestren, si pueden, su inocencia!

“De hecho, el sistema judicial necesitaría ser más ágil. Nada de abogados, fiscales y jueces. ¿Quién conoce mejor que los policías los delitos que han cometido los delincuentes? Deberían ser ellos los que pudieran imponer las penas adecuadas, de forma administrativa, sin necesidad de circos judiciales. Además, así se acabaría con la sobresaturación de trabajo en los Juzgados.

“En resumen, lo que se necesita es un sistema penal que haga temblar a los criminales para que, de puro miedo, dejen de cometer delitos.

“Un sistema de detenciones por tiempo indefinido, sin necesidad de juicios, sin limitaciones a las penas que impongan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

“Aunque… Un momento… A mí eso me suena… Creo que ya hemos tenido antes este sistema penal perfecto… ¿Cuándo fue?

“¡Ah, sí! ¡Aquí!

“Seguro que esa época fue un paraíso sin crimen… ¿Por qué narices abandonaríamos un sistema tan bueno?”.

(Como diría Homer Simpson: “Ah, por cierto, intentaba ser sarcástico”).

SCT: Semana contra la tortura

Vuelvo a estar aquí tras otro periplo cartaginés. Que no ha estado exento de anécdotas, aunque poco propensas a las risas.

Al día después de irme, a la delegada que tenemos en Túnez (una chica francesa) le robaron la maleta. Un día más tarde, la policía había detenido a un sospechoso: Un chaval de 13 años.

Lo impresionante es que, tal vez para mostrar la eficacia policial, delante de la delegada ni cortos ni perezosos le dieron una impresionante paliza al chiquillo, que entre lágrimas gritaba que él era inocente.

Os podéis imaginar el percal. Aunque el chavalín hubiera sido culpable, esta actitud es excesiva. Imaginad cómo se sentía la chica sabiendo que, además, existía la posibilidad de que el niño fuera inocente.

Todo ello me ha indignado sobremanera y he decidido montar una pequeña cruzada personal. Así que por medio de las presentes líneas declaro oficialmente que para DTuC ésta será la “Semana contra la tortura”.

Publicaré varias entradas referidas a este tema concreto. Y aprovecharé para crear una nueva etiqueta en el blog: “Tortura”.

Pues eso: Queda inaugurada la SCT.